Nace de una idea: crear un espacio abierto donde la convivencia fluya con naturalidad. Los propietarios, apasionados por recibir y compartir, buscaban un hogar acogedor, funcional y lleno de carácter.
El diseño se articula en torno a una paleta de blancos y negros, con detalles en mármol y mobiliario hecho a medida que equilibra modernidad y calidez.
La cocina, de líneas limpias y materiales nobles, conecta visualmente con el comedor y el salón, invitando a compartir cada momento.
El resultado es un hogar contemporáneo, elegante y pensado para disfrutar de la vida cotidiana.